La emperatriz china, Wu Hu, en un intento de demostrar su poder sobre los hombres, insistió en que todos los visitantes del gobierno –y de gobiernos extranjeros- debían practicarle un cunnilingus como homenaje a su poder
La emperatriz china, Wu Hu, en un intento de demostrar su poder sobre los hombres, insistió en que todos los visitantes del gobierno –y de gobiernos extranjeros- debían practicarle un cunnilingus como homenaje a su poder