Hernán Cortés mandó quemar sus barcos al pisar México para no sentir la tentación de volver a España ante el peligro
Una vez que habían ganado tierra firme los alrededor de 500 hombres con los que contaba mando destruir las naves que los habían llevado.

Hernán Cortés hizo echar a pique las naves al ver a sus hombres irresolutos y titubeantes en seguirle para que perdiendo la esperanza de volverse no les quedara más remedio que vencer y triunfar a su lado.