A los pocos minutos de comenzar a dormir, es bastante común que sintamos repentinamente una descarga eléctrica que interrumpe momentáneamente el sueño. Pasamos de un momento de máxima relajación a uno de tensión imprevista.
Esta sacudida suele ir acompañada de algún movimiento brusco de nuestro . Y no sólo despierta a quien la sufre, sino que incluso puede despertar a la en caso de dormir acompañado.
La mayoría de la gente describe este fenómeno como la sensación de tropezar, dar un brinco o caer en un pozo.
Los especialistas denominamos este movimiento «mioclonía del adormecimiento». Se trata de fenómenos fisiológicos muy normales que no deben preocupar.
Al entrar en una fase de relajación se produce un descenso de las pulsaciones, que a veces el cerebro interpreta como una señal de alarma y envía un impulso para verificar la reacción y reanimar al cuerpo.
Tienen lugar cuando nos encontramos en la fase de somnolencia, que es la que dará paso a posteriores fases de sueño superficial, profundo y fase REM, que se repiten cíclicamente a lo largo de la noche y tienen su final en el despertar.
